domingo, 9 de noviembre de 2008

*Libertinaje sExual*


La prostitución, promiscuidad, infidelidad e irresponsabilidad, han desencadenado en Calama un riesgo enorme. Las enfermedades de transmisión sexual, ya sea virus o infecciones están presentes día a día en las estadísticas. Aunque no se ha confirmado un aumento en las cifras de contagiados, sí existe una tendencia al alza en las consultas por estos casos.
Es para preocuparse si se analizan algunos aspectos. Circulan alrededor de 300 trabajadoras sexuales controladas, pero hay un gran número que sencillamente trabaja de manera ilegal en la ciudad, y al no tener sus papeles al día, tampoco pueden acceder a atención médica en el sistema público. La presencia de población flotante y el descuido al momento de tener sexo eso otro punto en contra.
En Calama, en dicha materia, se vive así, con un descontrol generalizado. Las autoridades de salud piden colaboración, la que no se percibe. El concepto de prevención no está interiorizado y los que están llamado a aquello, o sea toda la población, parece no sentir temor.
No es tema para tomarlo a la ligera. Las enfermedades de transmisión sexual están ahí, latentes y esperando cazar a otra víctima.
La irresponsabilidad y la estúpida ley de las probabilidades que maneja cada persona a su estilo, ha llevado a que cada día más personas contraigan algún virus o infección.
Con la prostitución es poco lo que se puede hacer, ya que el control se hace extremadamente imposible, por lo menos en ciudades como Calama, donde la población flotante y la presencia de prostitución ilegal son parte de la diversión y el relajo de los mineros y de los que requieren del servicio.
Es la realidad de esta ciudad, que el último tiempo ha registrado un aumento en consultas por enfermedades venéreas, aunque las cifras no son posibles de calcularlas con certeza, ya que un gran número de contagiados, simplemente no se aplica tratamiento.

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